Lo más importante es la limpieza de la zona con agua y jabón, para evitar sobreinfecciones.
Evitar el rascado, pues aumenta la reacción inflamatoria y el picor
Frío local. Colocar un cubito o algo del congelador envuelto en un trapo. Ponerlo sobre la picadura unos minutos. Posteriormente se puede ir repitiendo la acción de forma intermitente mientras dure la hinchazón.
A continuación proceder a poner sobre la picadura alguna de estas substancias (no todas a la vez):
- Amoníaco. Se puede aplicar mezclado con agua y directamente sobre la picadura con un algodón, o bien recurrir a las preparaciones comerciales de venta en farmacia en forma de bolígrafos o barras. Es mucho más efectivo si se utiliza inmediatamente después de la picada.
- Lociones descongestivas y antipruriginosas a base de: Calamina, talco líquido, pasta Lassar o Polidocanol.
- Anestésicos tópicos (de venta en farmacia) que anulan las terminaciones nerviosas y por tanto calman el picor:
- Pramoxina (gel, crema, spray). No se puede poner en embarazadas, ni mujeres que amamanten ni menores de 2 años)
- Benzocaina (gel y crema). No poner más de 3 veces al día ni en superficies extensas de piel. Contraindicado en mujeres que amamanten, embarazadas y menores de 6 años.
- Pasta formada por bicarbonato de sodio y agua.
- Pasta formada con sal y agua
- Vinagre
- Ajo
- Crema de aloe vera o un trocito de planta directamente.
No utilizar nunca cremas con antihistamínicos porque pueden hacer reacción con el sol.
Acudir al médico sólo en caso de:
- Reacción alérgica general, o local importante, sobre todo si es en cara.
- Sospecha de infección:
- Calor y rubefacción de las lesiones que persiste o incluso se extiende pasadas las 48 horas de las picaduras.
- Formación de ampolla o ulceración de la lesión
- Costra en la picadura y en zonas colindantes.
- Numerosas picaduras simultáneas con gran prurito que impiden el descanso. En este caso pueden ser necesarios antihistamínicos por vía general.
Fuente: Dra. Montserrat González García